Los años pasan y desde que comencé a utilizar por primera vez un ordenador personal o computador como lo llamábamos antes, han pasado más de veinticinco años y desde entonces nuestra dependencia ha ido incrementándose, antes tan solo disponíamos de un PC en el trabajo y ahora lo normal es tener varios hasta en la casa, pero quizá el cambio más radical se ha producido en las comunicaciones pues hemos pasado de una incomunicación total a un sistema casi totalmente conectado a través de internet y de las intranet.
Ahora, cuando llegamos al trabajo lo primero que hacemos es conectar nuestro ordenador y ver los correos electrónicos, después repasamos las noticias y accedemos a nuestros servicios centrales para ver las posibles novedades. Los documentos de trabajo los almacenamos en el disco duro ya sea el local o el de los servidores y las tramitaciones, consultas, modificaciones, informes de expedientes las realizamos on line desde nuestro puesto de trabajo.
Por eso, cuando una mañana al conectarnos vemos que no hay línea, no hay red, nos llevamos las manos a la cabeza rezando porque la avería se solvente en el menor tiempo posible. Pero, hay algo que aún nos pone más nerviosos y es observar como las comunicaciones son tan lentas que los refrescos de pantalla tardan minutos en producirse o el navegador o el programa de correo no terminan de cargar y la barra de proceso se detiene sin llegar nunca la final.
Evidentemente si los sistemas informáticos caen o los tiempos de respuesta se hacen eternos quien lo sufre no solo somos los usuarios sino la propia organización que parece que no avanza y se detiene, y el colmo sería que no solo las comunicaciones de datos cesasen sino que las líneas telefónicas dejasen de funcionar, entonces el caos sería casi total.
Actualmente el mundo gira en torno a la informática y las comunicaciones que nos permiten realizar múltiples funciones sin esfuerzo, pero que por el contrario se han convertido en nuestro talón de Aquiles al ser el punto más vulnerable de nuestro trabajo y de nuestra economía. Hoy no quisiera profundizar en quienes están detrás de todos estos desarrollos tecnológicos, pero esta claro que quienes sean tienen el mundo en sus manos.
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