El boom inmobiliario principal motor de la economía de este país durante los últimos años y al que acompañan continuos rumores sobre actuaciones delictivas de muchos ayuntamientos ha dado por fin el fruto que todos esperaban, el cual no es otro que el de la actuación judicial que investigue que es lo que esconden estas tramas urbanísticas.
El ayuntamiento marbelli es la punta de lanza de estos entramados que parecen englobar bajo un mismo interés a constructoras, inmobiliarias, grupos financieros de dudosa composición, concejales y empleados públicos, grupo que maneja información privilegiada que les permite la recalificación de terrenos y la realización de planes urbanísticos a la medida de sus intereses, sin que en ningún momento tengan en cuenta cuales son las necesidades de los pueblos y de sus habitantes.
Esta trama inmobiliaria lo único que persigue es el beneficio de unos pocos, sin importarles las ciudades y los pueblos, sus habitantes y sobretodo su futuro. Y es que con ese uso desmedido del suelo están hipotecando el futuro de los ayuntamientos y de sus vecinos, hipoteca que también se extiende a los gobiernos autonómicos y a los del estado que tendrán que crear los servicios que los futuros habitantes de esas macrociudades demanden: agua, electricidad, sanidad, comunicaciones, ect, servicios que las tramas urbanísticas nunca consideraron ya que escapa de sus intereses.
Esperemos que la justicia actúe, que se encarcele a los responsables y que ante esto los representantes públicos de nuestros ayuntamientos entiendan que están ahí porque el pueblo los ha elegido, para velar por el bien de sus ciudades y no para jugar y enriquecer sus bolsillos.
El ayuntamiento marbelli es la punta de lanza de estos entramados que parecen englobar bajo un mismo interés a constructoras, inmobiliarias, grupos financieros de dudosa composición, concejales y empleados públicos, grupo que maneja información privilegiada que les permite la recalificación de terrenos y la realización de planes urbanísticos a la medida de sus intereses, sin que en ningún momento tengan en cuenta cuales son las necesidades de los pueblos y de sus habitantes.
Esta trama inmobiliaria lo único que persigue es el beneficio de unos pocos, sin importarles las ciudades y los pueblos, sus habitantes y sobretodo su futuro. Y es que con ese uso desmedido del suelo están hipotecando el futuro de los ayuntamientos y de sus vecinos, hipoteca que también se extiende a los gobiernos autonómicos y a los del estado que tendrán que crear los servicios que los futuros habitantes de esas macrociudades demanden: agua, electricidad, sanidad, comunicaciones, ect, servicios que las tramas urbanísticas nunca consideraron ya que escapa de sus intereses.
Esperemos que la justicia actúe, que se encarcele a los responsables y que ante esto los representantes públicos de nuestros ayuntamientos entiendan que están ahí porque el pueblo los ha elegido, para velar por el bien de sus ciudades y no para jugar y enriquecer sus bolsillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario