Nunca me ha gustado hablar del futuro como si fuese algo claro, prefiero el mantra de algunos entrenadores y jugadores que hablan de ir punto a punto; porque la competencia es muy dura, los jóvenes empujan y quieren hacerse notar, no tienen o mejor dicho pierden el respeto cuando huelen la victoria.
Rafa llegaba a Canadá con la perspectiva de poder recuperar el número uno del ranking de la ATP, para ello debía llegar a semifinales. El primer partido fue contundente, pero en el segundo se la cruzó un joven local que amparado por su público quería hacer lo mejor, y éso fue lo que hizo, derrotar al número dos del mundo cuando éste estaba en la senda de recuperar la corona, sorprendió a Nadal, le hizo sufrir y lo llevó a la arena de la derrota. Me sorprende que Rafa se confiara, no es por desmerecer a Shapovalov, de tan dieciocho años, pero creo que nuestro paisano tras ganar el primer set permitió que el canadiense entrara en el partido. Conclusión, el número uno debe esperar.
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