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14 agosto 2017

Fútbol. Supercopa. El Real Madrid gana a pesar del árbitro.

Comienza de nuevo el fútbol con la supercopa de España entre los dos grandes, por un lado el Barcelona aquejado de la frustración Neymar y sin caras nuevas y por otro un Real Madrid que mantiene el gran bloque del año pasado y que cada vez da mayor papel a los jóvenes.
El partido comenzó con mucho respeto, sin demasiado juego, con miedo hasta a disparar, como siempre el Barza intentó tener el balón y crear juego por medio de Iniesta y Messi, pero la defensa de los blancos bajo el mando de Ramos parece muy segura. El Madrid también trenzaba y creaba algo de peligro sobretodo desde la banda de Marcelo, con Isco de creador adueñándose del centro del campo, arriba Bale no parecía existir y Benzema tampoco. 
Sin embargo, los blancos empezaron a llegar y a crear cierto peligro, no aprovechado por los teóricos delanteros centro, así el gol del Madrid fue de Piqué en propia meta, al intentar despejar un centro raso que venía desde la izquierda.
Tras el gol y el descanso, el Barcelona comenzó a apretar, a asediar la portería de Navas, hasta que en una jugada en el área blanca un balón rebotado le llegó a Suárez que fingió un falta del meta blanco que se tradujo en un penalti que ejecutó magistralmente Messi empatando el partido. Zidane ya había introducido a Ronaldo y posteriormente a Asensio y Lucas. La respuesta fue un rápido contragolpe de Ronaldo que marcó un golazo con la pierna derecha desde fuera del área delante de Piqué, el portugués se posó en el centro del campo con el torso desnudo y enseñando la camiseta a las gradas, respuesta a lo que hizo Messi en el Bernabéu, lo que le costó la amarilla. Posteriormente en otro ataque el árbitro consideró que CR simuló una caída en busca de que le pitasen penalti, por lo que recibió otra amarilla que lo llevó al banquillo. Sin embargo, el Madrid con diez fué incluso más peligroso y en una contra un pase de Lucas a Asensio, que entraba por la izquierda, permitió al joven mallorquín lanzar de forma magistral un zurdazo que entró por la escuadra de la meta azulgrana, un gol soberbio que dejó pasmados a los jugadores y al público.
Por desgracia, en este partido hay que destacar la nefasta actuación del árbitro, que se dedicó a sacar tarjetas cuando todo iba tranquilo y que además se tragó el teatro de Suárez y echó a Ronaldo cuando en ningún momento hubo simulación de falta por el portugués. Árbitro casero que esperemos no vuelva a pitar más en partidos de esta envergadura. Si no hubiera ganado con claridad el Madrid, ahora se hablaría fundamentalmente del señor de amarillo.

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By ISF