Fin de semana intenso en lo deportivo, por la mañana la final en Montecarlo entre Albert Ramos y Rafael Nadal, con victoria cómoda para el mallorquín que a la gran experiencia que tiene en estos partidos le unió ayer el llegar más descansado que el novel Ramos.
Después el gran premio de motociclismo en EEUU, con victoria para el español Marquez, que a pesar de no disponer aún de una moto a punto, pone sobre la pista una conducción agresiva y al límite que le ha llevado a vencer de nuevo en circuito del sacacorchos.
Y por último la liga, con enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barcelona, los blancos con una ventaja de tres puntos y un partido menos, los azulgranas necesitados de una victoria tras el traspies de su eliminación en Europa. El partido fue intenso, con dominios sucesivos y estilos de juego contrapuestos, los barceloneses con control de balón y juego hilvanado en los últimos metros y, los madrileños más directos con juego rápido de pases largos al centro del área. Error de Zidane al poner desde el principio al galés Bale, que jugó medio lesionado y acabó pronto en el banquillo. Hay que reconocer el partido de Messi que marcó diferencias y marcó cuando su equipo lo necesitaba, pero sin duda el mejor de los culés fue su portero, que sacó varios goles cantados y que impidió que el Madrid pudiera llevarse el partido, su colega blanco si bien hizó varias buenas paradas no estuvo muy bien colocado en los goles que encajó. Al final victoria del Barcelona 2-3, que pone la liga cerca de los dos contendientes.
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