La Liga se estrecha, el Barcelona renqueante tras su derrota en Paris parece querer sacarse las espinas goleando a equipos como el Sporting de Gijón. Cierto que en la jornada anterior ganó en casa del Atlético de Madrid, en un partido anodino en el que la suerte volvió a acompañarle.
Mientras el líder parece arrastrarse llegando siempre a las actuaciones épicas, primero en Villarreal donde remontó hasta ganar 2-3, aunque tras un penalti discutido a favor que llevó al bocazas de Piqué a rajar una vez más, que pena este jugador al que se le suben los humos a menudo no sea capaz de ver lo que también le ocurre a su equipo. El domingo pasado en un partido a priori cómodo ante Las Palmas, se complicó la vida recibiendo un gol que le obligaba a remontar, pero lo que es peor es que jugadores de experiencia y prestigio cometieran errores que le costaran la roja, dejando al equipo con diez jugadores, y tres goles en contra, que de nuevo le obligaron a la épica para lograr al límite un empate que le ha costado el liderazgo.
Aunque lleven un partido menos, los blancos no parecen pasar por un buen momento, crisis de juego, falta de concentración en defensa,... le toca a Zidane echar mano a la psicología y a la estrategia para recuperar el ánimo y el juego, porque de lo contrario se le escapará la liga.
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