La final de Miami enfrentaba al número uno Djokovic con el
británico Murray, que es el único jugador que le ha ganado en dos ocasiones al
serbio en el último año. Todos esperaban que Andy plantara cara a Nole, que le
pusiera las cosas difíciles, que se notara la influencia en el escocés de
su nuevo asesor Lendl, exnúmero uno del mundo. Sin embargo, el partido a
penas se vio igualado en los tres primeros juegos, pues Nole logró romper
pronto el servicio de su rival sentenciando de forma prematura la primera manga
con un rotundo 6-1. En ella vimos de nuevo lo peor del escocés y lo mejor del
serbio, vimos a un jugador que dominaba sobre la pista, que hacia correr a su
oponente y lo sacaba de la pista. El segundo set fue más igualado pues Murray
sabía que debía jugárselo todo, con ello logró llegar al tie-break pero
en ese momento flaqueó, falló más de lo posible y Djokovic no perdonó.
En definitiva el
de Belgrado ha demostrado que sigue siendo el número uno y que los que quieran
arrebatarle la corona tendrán que hacerlo mucho mejor.
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