La final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Madrid es el segundo enfrentamiento de los cuatro que estos dos equipos van a tener en las próximas semanas y, tras el empate el sábado pasado en Chamartín es ahora mismo el de mayor trascendencia ya que se trata de un único partido y por tanto habrá solo un ganador. El favorito sigue siendo el equipo catalán, con un mejor juego y mejores resultados, incluso en la serie histórica de enfrentamientos de este tipo, por ello el Guardiola sigue tirando de modestia y albando las cualidades del contrario. En el lado contrario Mourinho sigue quitándoles presión a sus jugadores, sus argumentos son claros lo importante es haber llegado y tener opciones lo demás deberá verse sobre el campo, y que por favor los árbitros no los dejen de nuevo con diez jugadores.
El planteamiento que haga el portugués no será muy distinto al del partido de liga, el equipo atrás con mucha gente en el centro del campo para impedir que el Barcelona realice su juego, robando balones y lanzándose al contraataque, con un punta distinto Ronaldo, y un elaborador de juego Özil en sacrificio de Benzemá. Por su parte los barceloneses supongo que serán fieles a su juego, que tantos triunfos les ha dado y que les permite estar destacados en la liga.
Será un partido duro, ya que los merengues no harán concesiones, colocando a Pepe delante de la defensa para bloquear a los creadores blaugranas, pero eso trae un riesgo y es que el portugués muchas veces se extralimita y no creo que el árbitro le deje ir de rositas como el sábado pasado en Madrid.
En definitiva si gana el Barcelona se confirmará su dominio y si por el contrario es el Madrid será como si por fin sacara la cabeza además de aumentar su confianza frente a la siguiente eliminatoria de la Champions.
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