Las elecciones del 1 de marzo en Galicia y Euskadi esta vez no han supuesto como siempre la victoria de todos, está claro que hay dos vencedores los populares en Galicia y los socialistas en el País Vasco.
En Galicia el PP ha logrado con holgura la mayoría absoluta, lo que le permitirá volver al gobierno tras cuatro años de descanso. Por el contrario los socialistas han visto como terminaba su mandato en coalición. Los motivos del fracaso de los partidos de la coalición PSG-BNG son diversos: la crisis económica con un mayor desgaste en el partido del gobierno, las divergencias internas del gobierno de coalición con el BNG que daban la impresión de un poder bicéfalo, y especialmente los detalles que la gente no olvida como el coche de Touriño y otros gastos que pueden considerarse de suntuosos, porque al final los detalles si que importan. A todo ello hay que unirle el hecho de que Galicia es una de las comunidades con más amplia base electoral del PP.
En Euskadi, el triunfo ha sido la gran subida del PSE, que aunque no haya conseguido la victoria ha puesto sobre la mesa la oportunidad de quitar del gobierno, por primera vez, al PNV. Pero el inconveniente es que el apoyo que los socialistas necesitan es del PP, constituyendo lo que unos denominan frente constitucionalista y otros nacionalista español. Además lo que haga o pueda hacer López no solo afectará al gobierno de la comunidad histórica sino que también condicionará notablemente la política nacional con un gobierno en minoría que necesita los apoyos de otros partidos para sacar adelante sus propuestas. El PP vasco se ha ofrecido ya a dar su apoyo al PSE, pero a cambio ¿ qué pedirá ?, parece que inicialmente la Diputación de Álava, pero ¿ y después ?, y otra pregunta ¿serán compatibles las posiciones de los dos partidos en el parlamento de Vitoria permitiendo una acción de gobierno coordinada y conjunta ?, mi opinión es que no. Puede que lo mismo crea el candidato socialista y por eso piense en un gobierno en minoría con el apoyo del PP en la investidura pero con las manos libres para pactar con quien convenga en el día a día.
Al final, y como conclusión está claro que el partido ganador es el de Rajoy que ve como sus problemas pasan a un segundo plano y, como el triunfo gallego le permite asentarse en su partido dando un golpe de mano que silencie a su dura competencia interna. El partido socialista aunque haya triunfado en las elecciones vascas, ve como su posición se ensombrece, los problemas de gobierno se incrementan y el futuro les exige un cambio que les devuelva a la senda del triunfo. Para aclarar la situación estarán las próximas elecciones europeas, que serán el termómetro que marcará lo que queda de legislatura.
En Galicia el PP ha logrado con holgura la mayoría absoluta, lo que le permitirá volver al gobierno tras cuatro años de descanso. Por el contrario los socialistas han visto como terminaba su mandato en coalición. Los motivos del fracaso de los partidos de la coalición PSG-BNG son diversos: la crisis económica con un mayor desgaste en el partido del gobierno, las divergencias internas del gobierno de coalición con el BNG que daban la impresión de un poder bicéfalo, y especialmente los detalles que la gente no olvida como el coche de Touriño y otros gastos que pueden considerarse de suntuosos, porque al final los detalles si que importan. A todo ello hay que unirle el hecho de que Galicia es una de las comunidades con más amplia base electoral del PP.
En Euskadi, el triunfo ha sido la gran subida del PSE, que aunque no haya conseguido la victoria ha puesto sobre la mesa la oportunidad de quitar del gobierno, por primera vez, al PNV. Pero el inconveniente es que el apoyo que los socialistas necesitan es del PP, constituyendo lo que unos denominan frente constitucionalista y otros nacionalista español. Además lo que haga o pueda hacer López no solo afectará al gobierno de la comunidad histórica sino que también condicionará notablemente la política nacional con un gobierno en minoría que necesita los apoyos de otros partidos para sacar adelante sus propuestas. El PP vasco se ha ofrecido ya a dar su apoyo al PSE, pero a cambio ¿ qué pedirá ?, parece que inicialmente la Diputación de Álava, pero ¿ y después ?, y otra pregunta ¿serán compatibles las posiciones de los dos partidos en el parlamento de Vitoria permitiendo una acción de gobierno coordinada y conjunta ?, mi opinión es que no. Puede que lo mismo crea el candidato socialista y por eso piense en un gobierno en minoría con el apoyo del PP en la investidura pero con las manos libres para pactar con quien convenga en el día a día.
Al final, y como conclusión está claro que el partido ganador es el de Rajoy que ve como sus problemas pasan a un segundo plano y, como el triunfo gallego le permite asentarse en su partido dando un golpe de mano que silencie a su dura competencia interna. El partido socialista aunque haya triunfado en las elecciones vascas, ve como su posición se ensombrece, los problemas de gobierno se incrementan y el futuro les exige un cambio que les devuelva a la senda del triunfo. Para aclarar la situación estarán las próximas elecciones europeas, que serán el termómetro que marcará lo que queda de legislatura.
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