El deporte español vive una etapa de gloria con el equipo de baloncesto, no solamente ganan sino que lo hacen jugando bien, dando espectáculo, algo que caracteriza a este deporte en el que no solo las individualidades son vistosas sino también el juego de conjunto. Ayer ante la Alemania de Novisky demostraron que el banquillo de España es amplio, que aunque Gasol no jugase su mejor partido y presentara una pobre anotación de tan solo nueve puntos el resto de sus compañeros cuajaron una memorable actuación y contribuyeron con sus puntos al triunfo del equipo. Pudimos ver como con el segundo equipo, si es correcto hablar de segundo, lograba no solo mantener la ventaja sino incrementarla, presentando una defensa agresiva que cortaba los ataques de los teutones y que respondía encestando.
Esta actuación del equipo de baloncesto no es única en nuestro deporte, también el waterpolo, el balonmano, el voleibol y antes el jockey sobre hierba y sobre patines nos han dado alegrías en el deporte colectivo y tan solo el fútbol nos decepciona, ya que teniendo los mejores equipos por club del mundo no somos capaces de construir un equipo competitivo o que al menos juegue al fútbol.
El caso de nuestra selección de balompié es curioso, por ella no cesan de pasar entrenadores que rápidamente se enfrentan con los medios de comunicación, que los presionan y se ceban en sus debilidades, sobretodo tras algún monótono partido en el que cualquier equipo nos ha puesto contra las cuerdas, es en ese momento en el que los periodistas acosan al entrenador acerca de los jugadores que no ha convocado, el eterno caso Raúl, o si la posición en el campo o la táctica de juego ha sido la adecuada,.... al final siempre nos encontramos con un entrenador cabreado, trabajando en la cuerda floja y agresivo con los medios de comunicación y hasta con los jugadores.
Algo pasa con la selección de fútbol absoluta, ya que los equipos inferiores no solo juegan bien sino que incluso ganar torneos. Por eso quiero reiterarme en lo que ya he comentado en otras entradas del blog, habría que probar con traer un entrenador extranjero de reconocido prestigio, que no se sintiera tan presionado ante los medios como los españoles, que analizase el juego de la selección y de los jugadores considerando que se trata de un equipo más y no del máximo representante del fútbol español. También habría que analizar que le sucede al equipo como conjunto, si están desmotivados, no tienen confianza, por que juegan tan presionados,... cuestión no solo de entrenadores sino más bien de sicólogos y si la cosa continua hasta de psiquiatras.
Esta actuación del equipo de baloncesto no es única en nuestro deporte, también el waterpolo, el balonmano, el voleibol y antes el jockey sobre hierba y sobre patines nos han dado alegrías en el deporte colectivo y tan solo el fútbol nos decepciona, ya que teniendo los mejores equipos por club del mundo no somos capaces de construir un equipo competitivo o que al menos juegue al fútbol.
El caso de nuestra selección de balompié es curioso, por ella no cesan de pasar entrenadores que rápidamente se enfrentan con los medios de comunicación, que los presionan y se ceban en sus debilidades, sobretodo tras algún monótono partido en el que cualquier equipo nos ha puesto contra las cuerdas, es en ese momento en el que los periodistas acosan al entrenador acerca de los jugadores que no ha convocado, el eterno caso Raúl, o si la posición en el campo o la táctica de juego ha sido la adecuada,.... al final siempre nos encontramos con un entrenador cabreado, trabajando en la cuerda floja y agresivo con los medios de comunicación y hasta con los jugadores.
Algo pasa con la selección de fútbol absoluta, ya que los equipos inferiores no solo juegan bien sino que incluso ganar torneos. Por eso quiero reiterarme en lo que ya he comentado en otras entradas del blog, habría que probar con traer un entrenador extranjero de reconocido prestigio, que no se sintiera tan presionado ante los medios como los españoles, que analizase el juego de la selección y de los jugadores considerando que se trata de un equipo más y no del máximo representante del fútbol español. También habría que analizar que le sucede al equipo como conjunto, si están desmotivados, no tienen confianza, por que juegan tan presionados,... cuestión no solo de entrenadores sino más bien de sicólogos y si la cosa continua hasta de psiquiatras.
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