Efectivamente parece que las posiciones de cierto diario y de cierto periodista radiofónico no tienen otro objetivo que iniciar el proceso de derrocamiento del partido que hoy gobierna a los españoles, todo de la mano de los dirigentes más derechistas del partido popular que olvidando que eran ellos los que gobernaban cuando se produjeron los atentados del 11M, e incluso uno era el máximo responsable de las fuerzas de seguridad, el mismo que paso varios días informando o mintiendo acerca de la autoría de los atentados.
Habría que preguntarse si con estas posiciones, con estas actitudes la oposición conseguirá más apoyo o si ese desplazamiento hacía posiciones extremas no significará sino el suicidio de sus actuales dirigentes al no representar a la mayoría de sus votantes que son los del centro derecha.
Hace tiempo, con el ascenso de Aznar a la presidencia del partido y con la política de acoso y derribo llevada a cabo contra el gobierno de González se produjo la unificación de la derecha abarcando desde los ultras hasta los democristianos. En esos momentos y apoyándose en las investigaciones realizadas por los jueces acerca de la guerra sucia contra ETA, de la que se deducía cierta permisibilidad por parte de responsables políticos de interior, el partido popular junto con el diario El Mundo de la mano de su director comenzaron a desprestigiar al partido en el poder, acuñando la famosa frase de “váyase señor González”, lanzando insultos por doquier, disparando rumores y noticias no siempre contrastadas ni verdaderas que erosionaban al gobierno y de las que nunca se retractaron ya que el daño ya lo habían hecho y los resultados estaban claros, de tanto repetir la misma cantinela había logrado que las falsedades se convirtieran en verdades ante cierta parte de la población. Nunca olvidaré las acusaciones que lanzaron contra Serra en el congreso, no dejándolo hablar y prácticamente insultándolo, aunque posteriormente las investigaciones judiciales demostraron que todo lo que se había dicho contra él era falso, pero claro el daño estaba hecho y hasta la fecha creo que nadie se ha retractado y pedido perdón por las falsedades vertidas.
Parece que ese va a ser o está siendo el papel que la oposición está llevando a cabo, así cuando el juez de la Audiencia Nacional, el mismo que tiró de la trama GAL, descubre que los peritos policiales habían falsificado los informes mostrados por el periódico El Mundo, el PP parece que se enroca y vuelve a decir que existe una trama encubierta detrás del 11M que hay que descubrir.
Lo que más me preocupa es el trasfondo que aparece, ¿ necesita la derecha española recurrir a estos procedimientos para recuperar el poder ?, porque si esto es así nos encontraremos con periodos donde la crispación será la nota dominante en la vida política española. Y no debe olvidarse que todo tiene un límite y que las instituciones de las que nos hemos dotado y sus actuaciones no pueden ponerse continuamente en entre dicho ya que correríamos el peligro de socavar la democracia y el sistema vigente en el que se desarrolla la vida de este país.
Habría que preguntarse si con estas posiciones, con estas actitudes la oposición conseguirá más apoyo o si ese desplazamiento hacía posiciones extremas no significará sino el suicidio de sus actuales dirigentes al no representar a la mayoría de sus votantes que son los del centro derecha.
Hace tiempo, con el ascenso de Aznar a la presidencia del partido y con la política de acoso y derribo llevada a cabo contra el gobierno de González se produjo la unificación de la derecha abarcando desde los ultras hasta los democristianos. En esos momentos y apoyándose en las investigaciones realizadas por los jueces acerca de la guerra sucia contra ETA, de la que se deducía cierta permisibilidad por parte de responsables políticos de interior, el partido popular junto con el diario El Mundo de la mano de su director comenzaron a desprestigiar al partido en el poder, acuñando la famosa frase de “váyase señor González”, lanzando insultos por doquier, disparando rumores y noticias no siempre contrastadas ni verdaderas que erosionaban al gobierno y de las que nunca se retractaron ya que el daño ya lo habían hecho y los resultados estaban claros, de tanto repetir la misma cantinela había logrado que las falsedades se convirtieran en verdades ante cierta parte de la población. Nunca olvidaré las acusaciones que lanzaron contra Serra en el congreso, no dejándolo hablar y prácticamente insultándolo, aunque posteriormente las investigaciones judiciales demostraron que todo lo que se había dicho contra él era falso, pero claro el daño estaba hecho y hasta la fecha creo que nadie se ha retractado y pedido perdón por las falsedades vertidas.
Parece que ese va a ser o está siendo el papel que la oposición está llevando a cabo, así cuando el juez de la Audiencia Nacional, el mismo que tiró de la trama GAL, descubre que los peritos policiales habían falsificado los informes mostrados por el periódico El Mundo, el PP parece que se enroca y vuelve a decir que existe una trama encubierta detrás del 11M que hay que descubrir.
Lo que más me preocupa es el trasfondo que aparece, ¿ necesita la derecha española recurrir a estos procedimientos para recuperar el poder ?, porque si esto es así nos encontraremos con periodos donde la crispación será la nota dominante en la vida política española. Y no debe olvidarse que todo tiene un límite y que las instituciones de las que nos hemos dotado y sus actuaciones no pueden ponerse continuamente en entre dicho ya que correríamos el peligro de socavar la democracia y el sistema vigente en el que se desarrolla la vida de este país.
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