El eje latinoamericano

Las nacionalizaciones de los recursos naturales por parte de países de la América Latina parecen ser consecuencia del triunfo de las clases más populares, en especial las indígenas cansadas de ver como su riqueza era dilapidada por gobernantes liberales que facilitaban las actividades de las grandes multinacionales del petróleo y del gas y que veían como su situación y la de su país apenas mejoraba.

Podemos discutir si el método utilizado y los plazos del decreto de Evo Morales son los adecuados en un mundo globalizado y dominado por las grandes empresas que necesitan de la suficiente seguridad jurídica para poder invertir en estos países. Pero, no debemos olvidar que en estos países donde la pobreza se sigue manteniendo, donde el crecimiento económico apenas se nota, y donde fundamentalmente se da una economía de supervivencia, la población observa como las grandes empresas se instalan, explotan sus recursos y obtienen grandes beneficios, no recibiendo casi nada a cambio.

El eje Cuba-Venezuela-Bolivia se conforma como un grupo de países en los que el populismo o nacionalismo de sus dirigentes es lo que prima, buscando la defensa de sus recursos energéticos y su utilización como forma de conseguir un progreso y respeto frente a los grandes y a las grandes multinacionales. En esta apuesta frente al resto del mundo, lo importante serán los resultados para sus pueblos, mejor nivel de vida y mejores servicios e infraestructuras, y un crecimiento económico sostenible que redunde en mejor situación para sus pueblos. Pero cuidado, el mundo económico y occidental no olvida y no permite que alguien les haga frente, no olvidemos que en la crisis del petróleo de los setenta la posición de fuerza de los países productores al final a quién más perjudico fue a ellos mismos.