La política cada día se enreda más, especialmente cuando en ella participan partidos nacionalistas, ya que sean de izquierda o de derechas es el adjetivo independentista el que marca su impronta. El caso catalán parece demostrarlo, pues al final ERC dirá NO a un estatuto en cuya elaboración y defensa ha participado tanto en el gobierno como en el parlamento autonómico y en el nacional. Al final votaran como el PP que desde el principio fue en contra del nuevo estatut, pero es que ahora no solo ha roto con su promesa de no oponerse en el referéndum sino que además deberá hacer campaña por el No siendo al mismo tiempo parte del gobierno catalán.
Creo que es el momento en el que lo importante es sacar adelante un texto controvertido pero consensuado, por ello quizá el presidente de los catalanes deba ser valiente y buscar una crisis de gobierno formando coalición con CiU y con IUV, ahora lo importante es sacar el estatut con el mayor número de votos posibles, es el momento en que hay que olvidar los protagonismos y sobretodo los personalismos y cogerse de la mano con la derecha nacionalista pero de centro derecha y velar porque los intereses de Cataluña y por ende los de España sean lo que cuenten. Después del estatut habrá que adelantar las elecciones y dejar que sean los votantes quien evalúen y pongan en su sitio a cada uno de los partidos y de los políticos.
Esta claro que no solo la política catalana se va a resentir, pues también la española lo hará, el gobierno central no podrá ampararse parlamentariamente en un partido como ERC tan contradictorio y sorprendente, quizá sea el momento en que las normas y leyes que se presenten en las Cortes sean avaladas por una mayoría que no incluya a los de Ezquerra, y para ello habrá que contar con CiU como va siendo habitual en todos los gobiernos en minoría que ha habido en este país.
Creo que es el momento en el que lo importante es sacar adelante un texto controvertido pero consensuado, por ello quizá el presidente de los catalanes deba ser valiente y buscar una crisis de gobierno formando coalición con CiU y con IUV, ahora lo importante es sacar el estatut con el mayor número de votos posibles, es el momento en que hay que olvidar los protagonismos y sobretodo los personalismos y cogerse de la mano con la derecha nacionalista pero de centro derecha y velar porque los intereses de Cataluña y por ende los de España sean lo que cuenten. Después del estatut habrá que adelantar las elecciones y dejar que sean los votantes quien evalúen y pongan en su sitio a cada uno de los partidos y de los políticos.
Esta claro que no solo la política catalana se va a resentir, pues también la española lo hará, el gobierno central no podrá ampararse parlamentariamente en un partido como ERC tan contradictorio y sorprendente, quizá sea el momento en que las normas y leyes que se presenten en las Cortes sean avaladas por una mayoría que no incluya a los de Ezquerra, y para ello habrá que contar con CiU como va siendo habitual en todos los gobiernos en minoría que ha habido en este país.
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