El fin de semana tocaba finales, el sábado Simona Halep se imponía con claridad a Serena Willians en dos sets logrando la ensaladera por primera vez en un partido perfecto de la rumana ante una contrincante que no tuvo su mejor día.
El domingo la final masculina, una repetición de finales anteriores entre el número uno Djokovic y el rey de la hierba Federer que venía de derrotar a nuestro paisano Nadal en cuatro sets. Si hemos de hablar de igualdad este es el partido, uno planteaba un juego directo basado en el saque y en los golpes ganadores, el otro un partido fundamentado en la defensa y también en el saque. Creo que Nole supo como jugarle a Roger, no cayó en la trampa que acabó con Nadal, el serbio supo mover y variar los golpes desde el fondo, no subió mucho a la red pero su agilidad le permitió responder a todo y apretar al suizo, además supo apoyarse en el saque para salvar situaciones comprometidas. Los dos jugadores se situaban en la línea de fondo sin ceder ni un metro, a pesar de que sus golpes buscaban siempre las líneas, el suizo no pudo dominar como ante Rafa que debía golpear muy lejos de la línea de fondo con lo que sus golpes perdieron efectividad.
Si bien parecía que las habilidades y la técnica de Federer le daban ventaja, la defensa y la seguridad de Djokovic se imponía, especialmente en los tres sets que ganó el serbio, tres tie-break en los que que se impuso y con los que alcanzó la victoria, en el quinto set tras alcanzar el 12-12, habiendo superado anteriormente dos bolas de partido de Federer.
Ayer el serbio supo comportarse, el respeto que le tiene a Federer es máximo, no hizo gestos ni aspavientos y a pesar de que el público parecía estar a favor del suizo, tan solo mostró una expresión seria y de satisfacción cuando finalizó el partido.
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