De nuevo en la cumbre, otra copa de los mosqueteros para Rafael Nadal, la undécima, todo un hito en este deporte. Debemos felicitarnos por tener un campeón de este calibre, alguien que se sobrepone a las lesiones y que cuando sale de ellas aparece con nuevas cualidades, con innovaciones y un juego mejor. En artículos anteriores he comentado la necesidad de que Rafa mejorara el saque, su revés y fuera más agresivo, y lo ha hecho, algo muy difícil cuando ya has sido número uno.
Si vamos al partido de hoy ante Thiem hemos de decir que ha sido todo un espectáculo, el joven austriaco ha hecho un gran partido, en todo momento ha buscado dominar, llevar el juego a los laterales con golpes escorados de forma que Rafa encontrara problemas especialmente con el revés, ha golpeado sin piedad ajustando al máximo, pero enfrente estaba Nadal que ha mantenido el intercambio, ha buscado el error en su oponente, le ha roto el ritmo con dejadas y cuando ha tenido la oportunidad ha lanzado golpes ganadores de derecha y de revés. Rafa aprovecha muy bien sus oportunidades y aprieta en el momento oportuno, en el primer set han ido igualados hasta el octavo juego, pero ahí ha metido una marcha más y se lo ha llevado, en el segundo y en el tercer set ha roto pronto y se ha dedicado a mantener su servicio, sin presionar en exceso, incluso se ha sobrepuesto al tirón en los dedos de la mano, y ha logrado, con mucha paciencia, ganar el último juego, tras cinco bolas de partido.
En fin, que vamos a decir, esperemos tener a Rafa durante algunos años más, porque sin duda es el mejor deportista español de todos los tiempos y el que más satisfacciones nos da.
Por último, permitir que me acuerde de las féminas, de la campeona de este año, Simona Halep, una jugadora que se caracteriza por ser una gran luchadora, una mujer con un físico, una agilidad y una coordinación enormes que le permite competir con jugadoras de mayor envergadura y potencia. Enhorabuena Simona.
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