El escocés Andy Murray no ha permitido que Nadal revalidase el título en el Open de Madrid. Tras una serie de buenos partidos en los que el mallorquín parecía estar recuperando las sensaciones, el domingo la final lo puso a prueba, enfrente tenía uno de los cuatro grandes. Andy al que no se le da demasiado bien la tierra, este año parece habérselo tomado más en serio, ya ha ganado un torneo sobre esta superficie, Munich, y ayer no dio tregua, apoyado en su saque y dominando desde el fondo, especialmente con su revés, no permitió que Rafa entrara en el partido por mucho que se esforzó. La victoria de Murray fue merecida, 6-3,6-2.
La consecuencia de la derrota es que Rafa pasa a ser el número 7 del mundo, algo que no pasaba desde hace mucho tiempo.
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