Los cuartos de final en un cuadro cargado por arriba han
significado la caída de nuestros dos máximos representantes. David Ferrer se
enfrentaba con un cambiado Andy Murray que ha preparado a conciencia la
temporada de hierba, como siempre el alicantino puso toda la carne en el
asador, su físico lo primero y sus golpes agresivos a continuación, pero esto
fue insuficiente ante un escocés de gran calidad y con un físico bastante fino
que se llevó el encuentro en cuatro sets. 7-6,6-2,5-7,6-1.
En el otro partido de cuartos de la parte alta del cuadro se
enfrentaban, en final anticipada, el número uno indiscutible y el vencedor del
año pasado y de ocho torneos más. Todo empezó con una salida fulgurante de
Djokovic que fue respondida por Nadal, break contra break, pero que termino con
la manga a favor del serbio 7-5. El segundo set tampoco comenzó bien para Rafa
que perdió pronto el saque y no fue capaz de recuperarlo, ante un Nole
dominador y letal en sus golpes, que para colmo se aproximaban mucho a las
líneas. Nadal no lograba alargar la bola, lo que sin duda facilitó los golpes
de su oponente desde dentro de la pista, y las numerosas dejadas que rompían el
físico del español. La tercera manga fue sin duda la imposición del juego y el
físico del jugador serbio que no tuvo piedad y endosó a Rafa un aplastante 6-1.
Y que decir de todo esto, pues sin duda que Nadal aún ha de
mejorar, que debe de cambiar algunos aspectos de su juego, su saque funcionó
pero su derecha no fue suficiente y auque el revés mejoró, es imposible ganar
un partido cuando tus bolas botan en el centro de la pista. Y como conclusión,
repito Rafa debe buscar nuevos técnicos que den nuevas soluciones a sus
problemas, su equipo actual lleva unos años sin acertar.
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