Si ha habido un protagonista en el partido de vuelta de la Supercopa, sin duda ha sido el entrenador del At. de Madrid, Simeone. El argentino ha logrado imponer el juego de su equipo asfixiando a los blancos con juego intenso y faltas continuas y, llevando al campo casi al éxtasis con sus ademanes y su comportamiento más propio de un culigan que de un mister. No me gustó nada la actuación de Simeone, respeto su capacidad para transmitir a sus jugadores las ganas y la fe en el triunfo, pero en el campo es un autentico chorizo.
Al Real Madrid le falta bastante, el engranaje de los nuevos jugadores no se ha producido aún y como el año pasado Ancelotti aún tiene mucho que hacer, por lo pronto Simeone le ha ganado la partida.
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