Rafa Nadal se lleva el torneo romano por séptima vez tras derrotar en la final a Roger Federer. El partido deparaba gran expectación, el suizo venía de una lesión sin haber podido progresar en Madrid y con pocos partidos a sus espaldas, mientras que Rafa aún habiendo ganado en Barcelona y Madrid le ha costado bastante llegar a esta final.
Los primeros juegos fueron bastante disputados con cada jugador ganando su saque, pero desde ese momento parecía que tan solo había un jugador sobre la pista y ese era Nadal, con un juego directo, alternando bolas altas al revés de Federer con grandes derechas, el suizo parecía algo perdido y el set no duro demasiado, 6-1 para el español.
La segunda manga comenzó con saque de Rafa y con un Federer que intentaba reaccionar, jugando más directo y buscando los puntos ganadores; sin embargo, el mallorquín no bajo la guardia, no se dejó sorprender y respondió con el mismo juego que en el set anterior, y con magníficos golpes ante las subidas de su oponente. Pronto se puso 5-1 arriba y saque para ganar, pero el suizo logró romper el servicio, 5-2 y ganar su saque 5-3. De nuevo Rafa tuvo el servicio en sus manos y esta vez no desaprovecho la oportunidad ganando el partido 6-1,6-3 en apenas una hora y media.
Observando las estadísticas del partido observamos que si bien Federer ha realizado unos quince golpes ganadores frente a los doce de Rafa, en cambio los errores cometidos por el suiza son más de treinta mientras que los del español apenas llegan a diez. Esto nos da claramente la importancia que los errores tienen en el resultado de los partidos.
Observando las estadísticas del partido observamos que si bien Federer ha realizado unos quince golpes ganadores frente a los doce de Rafa, en cambio los errores cometidos por el suiza son más de treinta mientras que los del español apenas llegan a diez. Esto nos da claramente la importancia que los errores tienen en el resultado de los partidos.
Con esta victoria Nadal logra su vigésimo cuarto master mil y lo que es más importante recupera el cuarto puesto en detrimento de David Ferrer, lo que le permitirá entrar entre los principales cabezas de serie en Roland Garros.
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