Comienza la Champions y al Real Madrid le ha tocado una de las más feas, el campeón de la Premier, el Manchester City equipo construido a base de cheques árabes que acumula figuras bajo la batuta de un entrenador italiano.
El entrenador de los blancos estaba contra las cuerdas, a pesar de sus declaraciones echando las culpas a sus jugadores de la falta de juego del equipo, por eso movió el banquillo sentó a los díscolos y se inventó una alineación en la que las piezas parecían encajar a presión, destruye el centro del campo sentando a Özil y sacando a Essien, a Khedira lo pone por delante de Alonso, sienta en el banquillo a Ramos y saca al francés Varane, todo como si de una venganza contra sus jugadores se tratase, y en la delantera pone a Higuain jugador excepcional cuando se trata de juego abierto y veloz. En fin saca un equipo para soltar el balón al contrario y jugar al contraataque. Y así le fue, el Manchester tenía la misma táctica atrás y a esperar un robo para contragolpear.
Fueron los acontecimientos los que hicieron que este cabezota portugués, de excesiva autoestima, cambiara el planteamiento. Primero el gol de Dzeko a pase de Touré, que fue pronto solventado con el gol de Marcelo, quizá uno de los jugadores más completos sobre el campo y al menos más incisivo y determinante. Pero es que los ingleses de nuevo se adelantan en una falta lateral lanzada por Kolarov que Alonso no acertó a despejar y Casillas se comió. Mourinho realizó los cambios, primero Özil y después Benzema y Modric, por fin un centro del campo con algo de sentido, creador y capaz de enfrentarse a un equipo cerrado, y llegó el empate de manos del francés en un gesto de calidad. El Madrid se vio espoleado, enrabietado con ganas de sentenciar y así lo hizo con un tiro de Ronaldo desde la banda izquierda, que sirvió para ganar el partido y para acallar muchas de las críticas que se le venían encima al conjunto blanco, aunque no a sus jugadores sino a su entrenador y a alguna de sus figuras, siempre más pendiente de si mismo que del equipo, porque Ronaldo solo juega para él, para lucirse y reivindicar que es el mejor jugador del mundo, y que lejos está de serlo.
En fin primer partido con victoria y el Madrid se ha sacado una espina ante su afición.
En el otro partido de Champions el Málaga de Pellegrini se enfrentaba al Zenith ruso en su estreno, y no defraudo el equipo boqueron que de la mano de Joaquin y de Isco logró una gran victoria ante el equipo ruso. 3-0 para el Málaga con 2 goles de Isco y 1 de Saviola. Gran inicio de temporada del equipo del técnico chileno.
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