La final de Montecarlo era la oportunidad de Rafael Nadal para romper la racha de siete derrotas ante el número uno Djokovic y, la aprovecho. En su superficie y en su torneo preferido el español logró vencer al serbio por 6-3, 6-1.
Rafa se planteó la final como el rey que es de la tierra batida, incluso mejorando su juego, con mejor saque y con mayor agresividad de la que solía utilizar, buscando los golpes ganadores, atacando o recuperando para contragolpear, sin miedo a usar su revés convencido de que le permite tomar iniciativas,... Este torneo he visto al mejor Nadal, no solo recurre a su bolas liftadas de bote alto, sino que no duda en lanzar su derecha o en cortar un intercambio con una dejada y, sobre todo he visto a un jugador con ganas, convencido de sus posibilidades.
Esta es la octava victoria de Rafa en este torneo, con su triunfo ha alcanzado la cifra de 20 master mil, todo un record y, con ella comienza de forma muy positiva la temporada de tierra batida, en la que defiende la mayoría de sus puntos.
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