Nadie lo podía
esperar, aunque es cierto que el asturiano tiene el apodo de "mágico"
y hoy ha sido magia lo que ha hecho sobre la pista. Salía desde la octava
posición y ya en la salida se colocó quinto, con la pista cada vez en peores
condiciones a causa de la lluvia, tanto que la carrera se suspendió y tuvo que
iniciarse con el coche de seguridad, encabezando la comitiva el inglés
Hamilton, pole y gran favorito, con Button presionando a su compañero y el
español en el quinto lugar. La agresividad de Fernando y su maestría en la
conducción en lluvia, junto con unos cambios de neumáticos realizados por su
equipo en tiempo record, le permitió separarse de sus seguidores. Pero el
asturiano no lo tuvo tan fácil, ya que el mexicano Pérez con Sauber, en una
carrera impresionante llegó a acosar en las últimas vueltas a Fernando,
conforme secaba la pista se vio como el Ferrari perdía tiempo frente a un
Sauber que mostró sus grandes avances respecto al año anterior, llegando a
estar a menos de un segundo, pero su agresividad le llevó a salirse en una
curva lo que le permitió al asturiano obtener un margen de cinco segundos y
llegar a la meta venciendo en el gran premio de Malasia.
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