El fin de semana pasado dio comienzo el campeonato mundial de F1, la expectación era máxima ya que los entrenamientos realizados hasta la fecha no eran significativos, lo único claro era que había que batir a los Red-Bull. Y la primera carrera celebrada en Australia lo ha confirmado, el equipo de la bebida energética sigue siendo superior, primero en la clasificación donde el alemán Vettel se desmarcó de todos con un tiempo mejor incluso al del año pasado, la pole significa mucho en estas carreras, salir primero sin nadie que te incomode, dejando todo a tu coche y a tu conducción, por desgracia estamos acostumbrados a que gane la carrera el que obtiene la pole. Ferrari salió detrás, en el quinto puesto precedido de las flechas plateadas y del toro, pero además la salida fue nefasta, tanto que Alonso se vio desplazado al noveno puesto y de nuevo tuvo que dedicarse a adelantar coches, al final compensó su mala salida con una gran carrera quedando cuarto, pero no consiguió subir al cajón, algo que para el equipo del caballo es casi un fracaso.
Las conclusiones a las que podemos llegar son: que los Red-Bull siguen siendo superiores, que el Ferrari necesita mejorar en la clasificación es decir ser más competitivo a una vuelta, que hay que contar con McLaren, y por último que los pilotos, Fernando principalmente, no puede dormirse en ningún momento ya que todos quieren obtener éxitos, el domingo el convidado fue el ruso Petrov capaz de armarla en la salida y mantenerse para lograr su primer podio de la temporada.
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