¿ Se acabó la posición dialogante, el talante democrático y las respuestas educadas, poco agudas y nunca salidas de tono ? Pues, parece que sí después observar la bienvenida que el PP dio al nuevo ministro de Justicia, antiguo fiscal con numerosas discrepancias y enfrentamientos con el gobierno de Aznar, y las respuestas que el Sr. Ministro les dio. Parece que el debate parlamentario ha ganado en dinamismo y en agudeza, pues si bien el contenido seguirá siendo el mismo, desde mi punto de vista necesitaba que el gobierno y en concreto su vicepresidenta tuviera la ayuda de un compañero de gabinete en la defensa de sus posiciones y en la réplica a los continuos ataques que desde los banquillos de la oposición se iban produciendo.
Ciertamente muchos echábamos de menos en el gobierno a alguien que como en su momento lo fue Alfonso Guerra actuara con agudeza, picardía y habilidad en el debate dialéctico que se produce en las cámaras, por ello y desde esta página le doy la bienvenida al nuevo ministro de Justicia.
La educación y los buenos modos siempre serán dignos de elogio, pero no deben confundirse con la sensación de impotencia, de que nos han hecho agachar la cabeza y de que nuestro orgullo ha salido malparado. Creo que la izquierda debe reivindicar sus razones, debe alardear del orgullo necesario para hacer callar a esos salvapatrias que dia a dia hacen de lo español y de sus símbolos algo de su propiedad. Tan españoles somos unos como otros, todos tenemos el mismo derecho de expresión y de utilización de los símbolos que representan a la nación y nadie tiene el derecho de apropiarse de ellos. Que la derecha haya descubierto la calle me alegra, porque pone de manifiesto que es capaz de salir a la calle, expresar sus opiniones y presionar, pero que no olviden que las calles son de todos y a la izquierda aún no se le ha olvidado como se hace.
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