El fin de semana pasada el Real Madrid dio muestras de que no ha cambiado mucho frente al equipo del año pasado, el nuevo entrenador aún no ha sabido darle ese tono que tanto echan de menos los seguidores del equipo blanco. Una vez más su máxima figura estuvo mirándose al espejo durante casi todo el partido, ni creo peligro, ni ayudo a sus compañeros en ataque y mucho menos en defensa.
El gol inicial de Ramos, acompañado de lesión, no fue suficiente, más bien al contrario permitió que el Sevilla abandonara su apatía, se adueñara del campo, lograra tres goles magníficos y terminara casi toreando al contrario. El gol de James, muy bueno, no fue suficiente para cambiar la opinión acerca del juego de los merengues. La derrota blanca, permitió al Barcelona tras vencer, liderar el campeonato en solitario.
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