Todo parecía igual que en las anteriores carreras, los dos Mercedes la encabezaban seguidos por los Red Bull y en esta ocasión por los Williams y los Force India, Ferrari quedaba relegada a la octava posición de Alonso.
Pero las mecánicas siempre pueden fallar y en este caso el equipo alemán sufrió problemas del mismo tipo en sus dos bólidos, pérdida de potencia que les hacía perder más de un segundo por vuelta frente a sus seguidores. Hamilton se vio obligado a abandonar y, Rosberg siguió en pista administrando su ventaja, sabiendo que lo importante de cara al mundial era puntuar. Los RedBull se acercaban, Ricciardo lograba adelantar a Rosberg como una exhalación y, por detrás Vettel lograba pasar al sorprendente Pérez, Alonso era octavo. Fue tras el adelantamiento de Sebastian cuando Massa intentó aprovecharse y se topó con Pérez saliendo los dos disparados contra las protecciones del circuito, gracias a dios sin consecuencias para los pilotos, este accidente permitió a Alonso entrar sexto al mando de la tartana Ferrari.
El dominio Mercedes no se ha acabado, pero está claro que los RedBull han mejorado mucho y también que Ferrari sigue estancada, por no decir que ha perdido fuerza.
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