Que los equipos alemanes no dan nada por perdido, es bien sabido, y supongo que el entrenador del Real Madrid prepararía al equipo para luchar en un auténtico infierno, por eso no se si la alineación fue la adecuada o es que fallaron algunos jugadores. Lo cierto es que la entrada en la segunda mitad de Isco dio al equipo más consistencia en el centro del campo, incluso Modric que parecía perdido en la primera mitad pareció renacer.
Todo podría haber sido distinto si Di María hubiera marcado el penalti, pero no lo hizo. No se sabe la razón por la que el argentino fue el encargado de lanzarlo, en ausencia de Ronaldo debería el técnico haber hecho la elección. La no transformación de la pena máxima dio alas al Dormuth que se lanzó en tromba contra la meta de Casillas y que aprovechando dos errores de la zaga puso el marcador 2-0 y con grandes posibilidades de soñar en llevarse la eliminatoria.
La segunda parte apareció mejor plantado el equipo español, con Isco en el centro del campo, y acercándose varia ocasiones disparando a puerta, aunque los alemanes de nuevo pusieron la directa y se lanzaron contra el marco madrileño, donde unas veces Iker con grandes paradas y otras los palos lograron evitar la debacle. La entrada de Casimiro fortaleció más el centro del campo y supuso un aliento para los blancos, que llegaron al final con el susto en el cuerpo, pasan a las semifinales pero con gran sufrimiento.
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