Tras el partido en la cumbre entre el Real Madrid y el
Barcelona con el triunfo de éste último por 3-4, y la victoria del Atlético de
Madrid en casa del Betis, ,0-2, la cabeza de la liga vuelve a estar en un
pañuelo. Los colchoneros son líderes empatados a puntos con los blancos y
seguidos de los blaugranas a un solo punto.
El partido en el Bernabeu comenzó sabiendo los locales que
si salían derrotados perderían la cabeza de la liga, mientras que los
visitantes tenían una necesidad imperiosa de ganar si no querían despedirse de
la lucha. El Barcelona abrió la
calabaza con un soberbio gol de Iniesta con su zurda y entrando por la banda
izquierda, pronto el Madrid tuvo sus oportunidades en los pies de Benzema,
hasta por dos ocasiones, y al final el delantero francés no solo logró el
empate sino que marco un segundo gol que adelantaba a los blancos, todo ello
con unos pases de un Di María que ofrecía lo mejor. Sin embargo, y antes del
descanso en un pequeño barullo en el área de Diego López permitió que el
siempre atento Messi se adelantase a Ramos y marcara el gol del empate a dos.
El comienzo de la segunda parte dejaba las cosas como al inicio y
mientras el Barcelona intentaba tener el balón los merengues intentaban robarlo
y lanzar sus temidas galopadas. En ese momento el colegiado pitó un penalti
sobre Ronaldo que se encargó de transformar el mismo, adelantando al Madrid
3-2. Si vemos las imágenes podrá observarse que la falta se cometió fuera del
área, difícil de ver por el colegiado, pero significativa en la participación
que el árbitro tuvo en el partido. Un pase de Messi sobre la espalda de la
defensa blanca recogido por Neymar que se iba solo hacia la portería y que cayó
ante Ramos significó un nuevo penalti y lo que es peor la expulsión del defensa
por roja directa. La expulsión fue muy discutidas y más cuando se vió en las
posteriores repeticiones que el de Camas casi no toco al delantero brasileño.
Con el Madrid con diez las cosas cambiaron radicalmente, el Barcelona fue a por
todas realizando los cambios necesarios, mientras que el entrenador de los
blancos tan solo metió a Barane y se olvido de hacer los otros dos cambios que
oxigenaran al centro del campo. Tan solo después el tercer penalti, esta vez
sobre Iniesta, decidió el italiano realizar los cambios que le quedaban, ya
para nada.
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