La Champions es un espectáculo, es fútbol en estado puro donde los equipos juegan a ganar y no a amarrar, el martes el Barcelona se enfrentaba al Ajax de Amsterdan con la tranquilidad de ser primeros de grupo pero con el deber de ganar para confirmar su gran inicio de temporada, aunque mermado por las lesiones con muchos jugadores del filial, se vio superado en el primer tiempo por el conjunto holandés encajando dos goles. En la segunda mitad tras el penalti a favor y con el Ajax mermado por una expulsión los azulgranas se lanzaron a por un empate que no llegó encajando la primera derrota de la temporada.
El martes también entró en liza el At Madrid frente al Zenit de San Petesburgo, lo hizo con el "segundo equipo", y logró arrancar un empate, lo que le confirma en el primer puesto de su grupo con trece puntos.
Ayer miércoles les tocaba el turno a la Real Sociedad y al Real Madrid, los vascos con la necesidad de ganar para no abandonar las competiciones europeas y, los blancos para dar un paso más en la persecución de un juego más vistoso para su afición. Los guipuzcoanos sufrieron una severa derrota mientras que el Real Madrid ofreció el mejor partido de la temporada, aún con la ausencia de Ronaldo y con la expulsión de un Ramos que parece no encontrarse, los madrileños de la mano de Alonso hilvanaron la mejor segunda parte que se le ha visto en mucho tiempo, movieron la pelota con calidad, rapidez y profundidad logrando cuatro grandes goles, con la destacada actuación de Arbeloa que además de hacer su trabajo logró un gol, Isco con un magnífico gol donde demostró su calidad y, Alonso que desde su salida al campo en la segunda mitad logró llevar al equipo al máximo de juego.
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