Fiesta completa en el Gran Premio de España celebrado en el barcelonés circuito de Monmelo, a un gran asistencia de público donde el rojo era el color dominante, le acompañó una gran victoria de Alonso.
Aún saliendo desde la quinta posición, teniendo delante a Vettel y a Raykonen, el asturiano se marcó una de esas salidas que lo caracterizan, situándose tras las primeras curvas en la tercera posición detrás de Rosberg y de Vettel. El alemán de Mercedes logró mantenerse durante algunas vueltas en la cabeza, pero la presión de su compatriota de RedBull y del de Ferrari y el gran desgaste que su coche hace de sus neumáticos, permitieron que fuera adelantado. Alonso sabía que tenía una gran oportunidad, que su coche se comporta mucho mejor en las tandas largas, y que tenía que adelantar a Vettel e intentar alejarse y, lo consiguió. Una vez en cabeza se dedicó a poner tierra de por medio.
Mientras su compañero Massa también tras una buena salida se situaba en los primeros lugares, luchando con Raykonen y con Vettel por el segundo puesto; sin embargo, el Lotus es el coche que mejor trata los neumáticos y el finlandés pudo hacer una estrategia a tres paradas, los demás a cuatro, que le permitió llegar en segundo lugar al aprovechar el tiempo que Massa gastaba en el pit lane.
El podio final fue Alonso, Raykonen, Massa, en cuarto lugar entró Vettel. Ferrari ha logrado colocar sus dos coches en las tres primeras posiciones, lo que indica que este año las posibilidades de la marca italiana son muchas. Por decirlo de alguna manera, venció un coche italiano conducido por un español, esperemos que ésto sea significativo en otras vertientes de la sociedad.
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