Federer ha llegado al Torneo de Maestros de
Londres en optimas condiciones físicas y de juego, con trece victorias
consecutivas sobre pista dura y triunfo en los dos últimos torneos en los que
ha participado, se ha convertido tras ganar con facilidad a Rafa Nadal en el
favorito indiscutible del torneo, aunque para ello tendrá que salvar el escollo
del número uno el serbio Djokovic.
Ayer le endosó 6-4, 6-0 a un Nadal que ni se
encuentra en forma, ni está fino en lo que respecta al juego, y no es por
desmerecer al helvético que hizo gala de un juego terrible, gran saque,
inmejorable derecha y un revés sin problemas ante las bolas del mallorquín. El
español necesita asumir sus problemas y buscar soluciones, el físico ya no le
puede salvar como antes y menos en superficies duras y sus golpes deben
evolucionar, no es suficiente con esas bolas liftadas que salen despedidas
cuando tocan el suelo, porque además en superficies como las de Londres ese efecto no se produce, en mi
modesta opinión debería probar con otros técnicos porque su juego aún tiene
margen de mejora.
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