De nuevo la historia se repite, de nuevo Nole Djokovic logra derrotar en una final a Rafael Nadal, y ya van cuatro. Ni siquiera jugar en tierra casi a nivel del mar, ni haber terminado la semifinal a las once de la noche del día anterior, ni los esfuerzos de Nadal han conseguido doblegar al serbio. Y no es que el español jugara mal, no, lo que sucedió es que Djokovic jugó mucho, con bolas profundas tanto de derecha como de revés, abriendo ángulos increíbles, haciendo dejadas, y con un saque de lo más seguro, todo le permitió desarbolar a Nadal que aunque hizo buenas jugadas y respondió todo lo que pudo, sin embargo no logró imponerse al que actualmente es el jugador más en forma del circuito tenístico.
Lo bueno además de que Nadal ha jugado mejor, más agresivo y protegiéndose menos el revés, es que el mallorquín aún conserva el número uno, aunque si las cosas siguen igual posiblemente en el próximo torneo será el serbio Djokovic el que obtenga el tan deseado cetro.
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