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02 agosto 2008

¡¡ Por fin hay crisis ¡!,

¡¡ Por fin hay crisis ¡!, parece que es lo que claman los populares, pero también muchos empresarios, sindicalistas y hasta militantes del partido socialista. Y es que han sido muchos meses de juegos de palabras en los que parece que más que la situación económica real lo que importaba era el nombre, la denominación. Así, para unos había un crisis profunda, para otros una desaceleración de la economía, aunque parece que ni uno ni otro tenía razón, pues efectivamente se ha comenzado un periodo de crisis mundial, que en ciertos países como España parece que va a ser más profunda debido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, motor de la economía española durante la década de los noventa y principios del siglo XXI.

Los efectos de esta crisis se ven día a día, aumenta el paro, aumentan las empresas es suspensión de pagos, baja la bolsa, disminuye el crecimiento, aumentan los morosos, disminuyen los créditos y especialmente las hipotecas, los índices económicos caen,.. y así podríamos seguir. Aunque también habría que decir que los grandes bancos siguen ganando dinero, curioso.

En este contexto parece que hay coincidencias en cuanto a la forma de afrontar la situación, la primera es la disminución de la dependencia energética a través de las energías limpias o renovables y a través del ahorro tanto en las familias como en las empresas. Otro punto de acuerdo, es la necesidad de cambiar el soporte del sistema productivo huyendo del ladrillo e invirtiendo en investigación, en desarrollo e innovación, máxime cuando la competencia internacional es cada vez mayor y continua la deslocalización industrial. En este punto querría hacer una puntualización, y es en la necesidad de aprovechar el boom inmobiliario en lo que a innovación y tecnología se haya producido (nuevos materiales de construcción, mejoras técnicas de los edificios, estudios de ahorro energético, …..), algo que este país debe aprovechar sobretodo de cara al exterior, deberemos exportar esa tecnología. Otro punto de acuerdo es la necesidad de un mejor control de los mercados financieros especialmente a nivel internacional, luchando por la transparencia de las operaciones y por acabar con la especulación de los mercados. Otro punto de acuerdo es que los grandes perjudicados de la crisis serán los trabajadores, como siempre, que verán como disminuye su capacidad adquisitiva y en ocasiones como desaparece su empleo, en este aspecto habrá que hacer una llamada a las empresas para que disminuyan sus beneficios y soporten también la crisis. Otro punto será la convicción de que toca el turno a las inversiones en infraestructuras por parte del estado y también al apoyo a la construcción de VPO.

Existe por el contrario cierto desacuerdo en la manera en que el estado debe ayudar a las empresas en crisis, por ejemplo comprando suelo para viviendas protegidas o facilitando créditos ICO a ciertos sectores, aquí parece que Solbes es partidario de dejar actuar al mercado y Sebastián de la intervención, algo curioso. Otro tema discutido es el de las ayudas sociales, deben mantenerse en el punto actual o por el contrario deben contraerse para disminuir el gasto público, aquí el Presidente ha sido claro la crisis no debe influir en las conquistas sociales. Otro punto inquietante es la población inmigrante, donde parece que el gobierno ha dado un parón y quiere promocionar los contratos en origen, la vuelta de los parados a sus países de origen e impedir en lo posible la reagrupación familiar, en este aspecto si hemos de hacer caso a Europa tenemos claros cuales son los planteamientos.


Para concluir, creo que es importante indicar que la crisis ha sido como un balón de oxígeno para los populares que han visto como sus problemas internos se han difuminado e incluso han desaparecido como noticia dando paso a la nueva arma de ataque al gobierno que es la crisis económica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca sale nada

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