Todos confiamos en David Ferrer, siempre lo da todo y normalmente responde a las espectativas y, ayer en Paris ante un público francés que deseaba que su compatriota Llodrá llegara a la final y se comportaba como si de la Davis se tratara, el alicantino dio una clase magistral de trabajo y buen hacer. Soportó las embestidas que desde el primer momento le lanzaba el galo, defendiendo su servicio con uñas y dientes hasta que se le presentó la oportunidad de romper el de su rival y llevarse la primera manga por 7-5. Todo indicaba que el segundo set sería duro, pues el francés seguiría arropado por su público; sin embargo, Ferru se lanzó a por el partido colocándose pronto 4-0, y aunque Llodrá reaccionó brevemente ganando dos juegos seguidos y colocándose 4-2, el español no se amilanó y sacó el partido venciendo por 6-3.
Hoy le toca su primera final en París frente a la sorpresa del torneo el gigante polaco Jercy Janowicz, jugador procedente de la previa pero que se ha laureado en Paris, su saque es demoledor y también luce una coordinación bastante buena para los de su altura, con lo que la final promete ser entretenida, esperemos que David sepa contrarrestar ese saque sacando sus cualidades de magnífico restador.
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