La final de Roland Garros entre Djokovic y Nadal se ha visto suspendida por la lluvia, tras tres sets en los que un suave sirimiri ha ido empapando la pista y a los jugadores. El partido no podía haber comenzado mejor para el español que logró imponerse en los dos primeros sets. Sin embargo, en el tercero tras lograr un primer break Djokovic apareció de nuevo, si antes no paraba de quejarse y hasta rompió su banco, tras la parada por la lluvia, se le veía más tranquilo y centrado, sus restos comenzaron a ser determinantes y una vez que conseguía la iniciativa comenzaba a repartir, obligaba a Nadal a alejarse de la línea y se iba llevando los puntos y los juegos, ocho juegos seguidos que le permitieron ganar la tercera manga, 6-2 e ir ganando en la cuarta por 2-1 cuando el comisario por fin decidió suspender el partido. Rafa estaba enfadado con los árbitros pues la pista estaba empapada y casi impracticable, pero es que las bolas estaban hinchadas, tan pesadas que los golpes liftados de Nadal no lograban alejarse mucho o se quedaban en la red, esto beneficiaba a Nole con sus golpes planos. Hoy si el tiempo lo permite continuara el encuentro a partir de las 13 horas, veremos como le sienta el descanso.
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